Un especialista resalta la necesidad de ser conscientes de que lo más importante comienza a definirse ya desde la infancia.
Sobre una de las enfermedades cardiovasculares que continúan siendo la principal causa de muerte en el mundo, el reconocido cardiólogo Valentín Fuster desafía a la medicina tradicional con una propuesta radical: cambiar el enfoque desde el tratamiento de la enfermedad avanzada hacia la prevención temprana.
A continuación, las advertencias del prestigioso cardiólogo español y las recomendaciones basadas en su investigación.
Hipertensión arterial: la presión arterial alta es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades del corazón. La recomendación de Fuster es que la hipertensión sea detectada y tratada lo antes posible, ya que puede afectar la circulación y aumentar el riesgo de eventos como infartos y accidentes cerebrovasculares.
Colesterol elevado: el colesterol alto, en especial el LDL (colesterol «malo»), es otro factor de riesgo crítico. El experto en enfermedades cardiovasculares explicó que este proceso comienza a edades tempranas. Para reducir el riesgo es clave adoptar una dieta equilibrada, rica en alimentos que ayuden a mantener el colesterol bajo control.
Obesidad: la obesidad se relaciona directamente con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Controlar el peso mediante una combinación de ejercicio regular y una dieta saludable es fundamental para reducir este riesgo.
Diabetes: es una de las condiciones crónicas más peligrosas para la salud del corazón. Fuster advirtió que el problema comienza mucho antes de que se diagnostique la diabetes: la resistencia a la insulina (una fase previa) ya está asociada con el inicio del daño arterial, mucho antes de que los niveles de glucosa en sangre lleguen a valores de riesgo. Por tanto, es esencial vigilar los niveles de azúcar en sangre y tomar medidas preventivas en caso de prediabetes para evitar el daño a largo plazo.
Fumar: el tabaco es uno de los principales enemigos de la salud cardiovascular. Fuster destacó que dejar de fumar puede reducir rápidamente el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, incluso en personas que han fumado durante años.
Sedentarismo: la falta de actividad física contribuye al desarrollo de múltiples factores de riesgo cardiovascular. Fuster enfatizó la importancia de incorporar actividad física regular, que ayuda a mantener el corazón y las arterias en buen estado. Los expertos recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana para mejorar la circulación, reducir el colesterol y mantener el peso bajo control.
Mala alimentación: una dieta inadecuada, rica en grasas saturadas, azúcares y alimentos ultraprocesados, es otro factor clave en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. Fuster resalta que una alimentación equilibrada no solo ayuda a controlar el peso, sino que también influye en la presión arterial, los niveles de colesterol y el riesgo de desarrollar diabetes. Optar por alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras y granos integrales es fundamental para reducir estos riesgos.
Problemas de sueño: el sueño insuficiente o de mala calidad está emergiendo como un factor de riesgo importante en la salud cardiovascular. Fuster destacó que dormir menos de las horas recomendadas o tener un descanso interrumpido afecta la capacidad del cuerpo para regenerarse, lo que incrementa la presión arterial, los niveles de estrés y la predisposición a la obesidad.
Fuster hizo un llamado urgente a la prevención desde una perspectiva clara y directa. Su mensaje es contundente: no podemos esperar a que los síntomas aparezcan. La prevención no es solo cuestión de tecnología avanzada, sino de decisiones personales y educación en salud desde la infancia, para que no lleguemos demasiado tarde a la batalla contra la enfermedad cardiovascular.
Un tema en Fuster es la educación en salud. Para él, la verdadera prevención comienza en la infancia. «Lo que los niños aprenden entre los 3 y 10 años sobre la salud queda para toda la vida», afirmó. Además, resalta una y otra vez la existencia de una conexión muy fuerte entre la salud del corazón y la del cerebro.
Un estudio determinó cuál es la mejor hora para irse a dormir
Un descanso adecuado es esencial para mantener una buena salud. Una investigación publicada de la Sociedad Europea de Cardiología reveló la hora exacta a la que se deberíamos ir a dormir, asociada con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en comparación con otras horas.
«El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental», explicó el autor de la investigación, David Plans.
El estudio determinó que la mejor hora para irse a dormir es entre las 22 y las 23. Hay un riesgo de 25% más alto de enfermedad cardiovascular con un inicio del sueño a la medianoche o más tarde, un riesgo de 12% más alto para las 23 a 23.59, y un riesgo de 24% más alto para conciliar el sueño antes de las 22.
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