SAENZ PEÑA (Agencia). El campo chaqueño está lleno de ricas historias de hombres y mujeres que han resuelto hacer de la actividad agropecuaria su medio de vida y de sostén de su familia.
En las recorridas por los campos que realiza NORTE RURAL se encuentra con testimonios increíbles, como el de Lucy Núñez, una jovencita que al fallecer su padre, dejó sus estudios terciarios, dejó la ciudad y se fue a vivir en el campo.
«Si yo no lo hacía, nadie lo haría, y aprendí todo de golpe, y la tengo a mi mamá conmigo y me hice responsable de atender también a mi abuelita», dijo.
A CUIDAR LAS VAQUITAS
Lucy Nuñez, es una pequeña productora de la zona de Tres Isletas que ha dejado sus actividades y sus estudios para dedicarse a la ganadería y el cuidado del campo de su familia.
Cuando su padre falleció, ella tomó la posta y se cargó al hombro la responsabilidad de trabajar para sostener a su familia. Con luchas, adversidades, pero con convicciones profundas, esta es una de las tantas mujeres rurales que enorgullecen a la Argentina y al Chaco en particular.
EL LEGADO DE SU PADRE
La productora relata que en un principio su padre se dedicaba a la actividad agrícola, pero al verse complicada la situación tuvieron que volcarse a la ganadería. «El falleció hace 4 años, así que yo dejé mis estudios y vine al campo a trabajar», cuanta Luci que con sus cortos 25 años tuvo que hacerse cargo del campo familiar junto a su madre luego de la muerte de su padre.
«Si tuviese en frente a alguna autoridad política le explicaría que el productor necesita ayuda en sentido de financiamientos para poder comprar insumos para trabajar, el monto que se dio en la tarjeta Tuya es poco, no alcanza para todo lo que uno tiene que pagar».
«En su momento yo pedí una ayuda para arreglar los tractores y herramientas de trabajo, pero nada, en esta provincia y en este país le dan créditos al que va a la timba pero no al que quiere producir».
«Eso es lo que tiene que cambiarse, asuma quien asuma», dijo la joven productora ganadera.
LA ESCASES DE AGUA FUE MUY FUERTE
«La escasez de agua es demasiada, nosotros no tenemos muchas hectáreas de campo, ni bajos, ni cañadas. Nos vimos obligados a hacer perforaciones y con eso asistimos a los animales, el agua está a 14 metros de profundidad», relata la joven productora.
La productora cuenta que las lluvias por su zona fueron muy escasas, pero que de todas formas permite el crecimiento de las pasturas naturales en forma lenta, «la humedad no es suficiente para que broten, mucho menos pata hacer una siembra».
Respecto a la vacunación contra la aftosa para la hacienda ganadera, Lucy indica que se hizo hace dos semanas «Lo veo mal porque los animales están muy flacos y débiles, pero lo tuvimos que hacer para cumplir con el estado. Yo creo que tendrían que haber esperado».
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